BBC
24
septiembre 2016
Las dietas de comida cruda a menudo son promovidas como las más
saludables de todas, pero frecuentemente ese tipo de aseveraciones son
difíciles de sostener.
Si bien
es cierto que cocinar los alimentos puede resultar en la pérdida de una serie
de vitaminas y minerales, también puede hacer que esas mismas vitaminas y
minerales estén más disponibles para tu cuerpo.
Todo
depende de la biodisponibilidad de los nutrientes, es decir, cuánto de una
vitamina o un mineral puede ser absorbido y utilizado por el cuerpo.
Para
que tu cuerpo pueda usar un nutriente, éste necesita tornarse en un químico que
pueda pasar entre las células de tu intestino.
Cuando
masticas, y con la ayuda del ácido y las enzimas en tu boca, estómago e
intestinos, descompones los alimentos.
Cualquier
cosa que sea demasiado difícil de digerir, puede salir del cuerpo sin haber
dejado sus valiosos nutrientes en él.
A veces, menos es mejor
Algunos
alimentos crudos proveen suficientes nutrientes cuando te los comes enteros,
mientras que otros sueltan más si los picas o los vuelves puré.
Sin
embargo, aunque cocinarlos puede reducir el número de nutrientes, también ayuda
al cuerpo a aprovecharlos al romper las células y liberar esas vitaminas y
minerales.
En
cualquier caso, siempre es aconsejable evitar hervir o fritar los vegetales por
mucho tiempo a temperaturas altas.
Es
mejor cocinar a fuego más bajo y por unos minutos.
¿Cuándo es mejor cocinar?
La BBC
le pidió a la académica y dietista Ursula Philpot una
guía rápida para saber qué es mejor hacer con algunos vegetales.
Hay
estudios que muestran que picar, cocinar y comer tomates con aceite de oliva
hace que recibas más licopeno, un antioxidante que ayuda a proteger a las
células.
Si
quieres una dosis más fuerte de licopeno, cocina con pimentones rojos.
Para
aprovechar lo mejor de las habichuelas, el apio y las zanahorias, debes
cocinarlos.
El
betacaroteno, que se convierte en vitamina A y ayuda al crecimiento de las
células, es más abundante en las zanahorias crudas, pero puedes absorber más
cuando están cocinadas.
El apio
y la zanahoria pueden ser una muy buena base para sopas y cocidos, y a menudo
son usados en el mirepoix, la mezcla de verduras
cortadas en cuadritos pequeños que sirve para aromatizar los platos.
Otros
ingredientes comunes en el mirepoix son la cebolla y
el ajo, que contienen alicina, un compuesto que se
piensa que es bueno para el sistema inmunológico.
Para
activarlo, hay que picar la cebolla y el ajo y esperar 10 minutos antes de
cocinarlos por un tiempo reducido.
¿Cuándo es mejor no cocinar?
Para
lograr el impacto máximo, cómete la coliflor, el brócoli y la col crespa cruda.
Cocinar,
especialmente hervir, los vegetales crucíferos puede reducir la disponibilidad
de un compuesto que se cree que ayuda a prevenir el cáncer.
De
manera que, ¡a comer ensalada!
Los
berros y las coles son mejores para ti si te los comes crudos.
¿Has
probado arvejas y coles de Bruselas crudas?
Quizás
es hora de que lo hagas, pues te darán más vitamina B1, que ayuda a convertir
los carbohidratos en energía.
La espinaca... a tu gusto
Hay
vegetales que son igual de buenos como sea que te los comas.
La
espinaca cruda no libera tanto calcio pero sí mucha vitamina B12.
Y
cocinada, pierde un poco de B12 y vitamina C, pero libera antioxidantes, además
de más calcio, hierro y magnesio.
Pero al
final, lo principal es comer muchos vegetales, crudos, cocinados, como te
apetezcan.
Una
dieta balanceada es la mejor dieta.